miércoles, 6 de julio de 2016

199.- Pisto

El pisto es un plato delicioso que se consigue combinando varias hortalizas con salsa de tomate. Es un plato sencillo y económico, que combina con arroz, pasta o patatas. Podéis usarlo para rellenar una empanada o empanadillas también os puede servir para acompañar unos filetes de pescado o de carne a la plancha. En definitiva, un plato sano que nos aporta una gran variedad de nutrientes, que nos combina con casi todo y que además está buenísimo. Espero que os guste.






Ingredientes para 4/6 personas, según su uso:


Podéis preparar toda la cantidad de pisto que queráis únicamente doblando o triplicando los ingredientes. 

No hay reglas fijas a la hora de preparar un pisto, podéis añadir más o menos cantidad de una hortaliza según vuestros gustos. 

El pisto, una vez preparado se puede conservar en el congelador guardado en tuppers de diferentes tamaños con el fin de poder darles diferentes usos. Seguro que agradecéis tener un tupper de pisto congelado que os sacará de más de un apuro cuando estéis buscando algo para preparar una comida.


  • Aceite de oliva, 3 cucharadas
  • Ajo, 4 dientes
  • Azúcar moreno, 1 cucharadita 
  • Cebolla, 2
  • Calabacín, 1
  • Berenjena, 1
  • Pimiento rojo, 1
  • Pimento verde de asar, 1
  • Sal fina, cantidad al gusto
  • Tomate triturado, 1 lata de 400 gr
  • Tomillo seco, 1 cucharadita
  • Zanahoria, 1

Utensilios:


  • Cazuela grande o cacerola con su tapadera
  • Cuchara de madera
  • Cuchillo grande y afilado
  • Papel de cocina
  • Pela-verduras o cuchillo pequeño y afilado
  • Tabla de cocina para cortar


Elaboración:


Vamos a comenzar preparando todas las hortalizas, para ello:

(Una aclaración antes de comenzar, reserva cada hortaliza por separado, pues el secreto de un buen pisto es ir cocinando las hortalizas en orden).

Pela y pica en láminas los dientes de ajo.

Pela y pica en dados la cebolla.

Quita con la ayuda de un pela-verduras o cuchillo pequeño y afilado la piel de la zanahoria, tras esto córtala en dados.

Lava bajo el chorro del agua fría del grifo el calabacín, la berenjena, el pimiento verde y el rojo, después sécalos con papel de cocina.

Despepita y trocea en dados los pimientos.

Trocea también en dados el calabacín y la berenjena (yo les dejo la piel).

Una vez hecho todo esto, vierte las tres cucharadas de aceite de oliva en la cacerola y caliéntalo a fuego medio-alto, nº 7 de la placa vitrocerámica.

Cuando el aceite esté caliente añade los ajos picados y sofríelos hasta que estén dorados.

Cuando los ajos estén dorados, añade las cebollas troceadas junto a una poquita de sal fina, remueve con tu cuchara de madera, baja el fuego al nº 5 de la placa vitrocerámica, tapa la cacerola y deja que la cebolla se ablande durante 10 minutos.

Transcurrido el tiempo, destapa la cacerola y añade la zanahoria, remueve y deja que la zanahoria se cocine a fuego medio durante 5 minutos con la cacerola tapada.




Transcurrido el tiempo vuelve a destapar la cacerola y añade los pimientos, el rojo y el verde, vuelve a remover con tu cuchara de madera, tapa la cacerola, sube un poco el fuego y déjalos que se ablanden durante 8 minutos.




Tras esto añade los calabacines y la berenjena troceada, sazona con sal fina al gusto y deja que estas últimas hortalizas se ablanden durante 10 minutos más.




Por último, añade los tomates triturados, la cucharadita de tomillo, la cucharadita de azúcar moreno y la media de pimienta negra molida. Deja que el pisto se cocine a fuego medio durante 15 minutos removiendo de vez en cuando.



Transcurrido el tiempo, rectifica de sal fina o de tomillo si fuera necesario y tras esto el pisto ya está listo para consumir.

Este pisto lo puedes tomar con unas patatas fritas y un huevo frito como en la fotografía que os muestro.




Está buenísimo.



"Todo lo que puedas imaginar es real"- Pablo Picasso.



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