jueves, 16 de noviembre de 2017

463.- Zarangollo murciano.- Revuelto de calabacines

El zarangollo es una receta típica de la Región de Murcia y consiste en un revuelto de huevos, calabacines y cebolla, que opcionalmente puede llevar patatas. Puedes usar calabacines de la variedad que prefieras, en este caso yo he optado por los calabacines de color verde claro y para que el plato tuviera más consistencia y así tomarlo como plato único he decidido añadirle patatas. Espero que os guste.




Ingredientes para 2 personas:



  • Aceite de oliva, 6 cucharadas
  • Calabacines, 1/2 kg (dos calabacines medianos)
  • Cebolla, 1/2 
  • Huevos tamaño grande, 2
  • Patatas (opcional), 2 de tamaño mediana
  • Sal fina, cantidad al gusto


Utensilios:



  • Bol
  • Cuchara de madera
  • Cuchillo grande
  • Cuchillo pequeño y afilado
  • Sartén grande y antiadherente con su tapadera
  • Papel de cocina
  • Tabla de cocina



Elaboración:






Comenzaremos lavando bien nuestros calabacines bajo el chorro del agua fría del grifo y secándolos con un papel de cocina ya que vamos a consumirlos con la piel. 

Tras esto corta los calabacines en rodajas no muy gruesas y resérvalos.

Seguidamente pela y corta las patatas en rodajas no muy gruesas.

A continuación pela la media cebolla y pícala en rodajas o en julianas.

Tras esto vierte el aceite de oliva en la sartén y caliéntalo a fuego medio, nº 6 de la placa vitrocerámica.

Cuando el aceite esté caliente coloca las rodajas de patatas y sazónalas con una poquita de sal fina. Tapa la sartén con su tapadera y deja que las patatas se cocinen por espacio de 10 minutos.




Transcurrido el tiempo destapa la sartén, añade la cebolla, los calabacines y otra poquita de sal. Vuelve a tapar la sartén y déjalo cocinar por espacio de 10 minutos, removiendo de vez en cuando el contenido para evitar que se pegue al fondo de la sartén.









Transcurrido el tiempo casca los huevos, échalos en un bol, sazónalos y bátelos.

Cuando tengas los huevos bien batidos, destapa la sartén, añádelos y remuévelos cuidadosamente hasta que estén cuajados.

Prueba y rectifica de sal.

Sirve enseguida.




"El silencio es un gran arte para la conversación" Hazlitt.





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